NOTAS
TERAPIA SISTÉMICA: EVOLUCIÓN DE LOS DIFERENTES ENFOQUES
En 1959, el psiquiatra DON JACKSON funda el "Mental Research Institute" (M.R.I.) en Palo Alto, California junto a VIRGINIA SATIR y GREGORY BATESON. influenciados por el psiquiatra MILTON ERIKSON quien trabajaba con comunicación e hipnosis. Desde éste momento inicial se han desprendido varias corrientes que básicamente son:" el enfoque estratégico", "el enfoque existencial"y "el enfoque estructural". A partir de ellos surge un segundo momento de la terapia sistémica representado por las "Escuelas italianas de Roma y Milán y el constructivismo."
EL ENFOQUE ESTRATÉGICO:
Sus representantes más destacados:
WATZLAWICK - JAKCSON - WEAKLAND - HALEY - ERICKSON.
Sustentado por los seguidores actuales del MRI, entre los cuales están los viejos maestros Watzlawick y Weakland, habiéndose unido al grupo Richard Fisch, influídos por el creativo Milton Erickson, trabajan con el modelo de terapias breves.
Sostienen básicamente que las soluciones intentadas por la gente son las que mantienen el problema en forma de círculo vicioso, y por lo tanto, la primera meta del terapeuta es romper ese círculo, utilizando técnicas de redefinición.
También se utilizan técnicas de prescripción del mismo síntoma que tiene el paciente. Por ejemplo: un adolescente escupía en forma compulsiva. Se le prescribió el mismo síntoma, o sea escupir una determinada cantidad de veces al día durante cierto tiempo.
De ésta manera el síntoma fue perdiendo fuerza y sentido. Una vez eliminado el síntoma, se vio que la problemática que estaba por detrás era la referida a la muerte de su madre ocurrida dos años atrás y su conflicto ante el nuevo matrimonio de su padre.
El foco terapéutico está puesto en el cambio. Es muy útil su instrumentación en instituciones, precisamente por la brevedad de sus contratos terapéuticos.
Al finalizar la terapia se devuelve al paciente los logros efectuados, como una forma de reforzar los recursos autónomos de cada individuo, sin fomentar relaciones de dependencia terapéutica.
En éste aspecto coinciden los otros modelos de terapia sistémica.
EL ENFOQUE EXISTENCIAL:
VIRGINIA SATIR CARL WHITAKER
Tiene como objetivo el crecimiento y la expansión de la persona.
En el tratamiento se pone énfasis en la experiencia presente y en la relación del terapeuta con la familia, pareja o individuo, como instrumento de cambio para ambos.
Las figuras más conocidas de este grupo son Virginia Satir y Carl Whitaker.
Virginia Satir formó parte del grupo original de Palo Alto, y sobre esa base de conceptos sobre Sistemas y Comunicación incorporó técnicas guestálticas y de Grupos de Encuentro.
Ha desarrollado la llamada “Escultura de la Familia”, en la cual los miembros del grupo familiar o pareja, trasforman sus emociones y percepciones de la familia en un “cuadro vivo”, en la que todos expresan en posiciones estáticas o en movimientos corporales, las relaciones, los movimientos, los cambios. Yo incorporo técnicas psicodramáticas que enriquecen la experiencia: doblajes, soniloquios, role-playing, etc., también aplicables a pacientes individuales. La creatividad del terapeuta juega un rol central para desestructurar y ampliar alternativas de cambio.
Esta modalidad de intervención relacional integra las teorías sistémicas con una dimensión histórica y a la vez interior del individuo y de la familia de la que proviene.
Otra importantísima figura de este grupo es Carl Whitaker, quien en sus técnicas de tratamiento incorporó libertad para utilizar los estados emocionales. Es un cuestionador de formas rígidas para hacer surgir procesos creadores en los individuos y en las familias como un todo. Utiliza técnicas personales desconcertantes y desafiantes, que van desde la seducción a la indignación. Al final, todos los miembros de la familia habrán tomado contacto con la parte menos conocida de ellos mismos.
Por mis características de personalidad, mi formación psicodramática , en estudios de género y a la psicoterapia humanística cuya posición científica se entrama en los modelos cibernético-holísticos, me ubico más cerca de éste modelo, sin descartar la utilización de otros recursos provenientes de los otros enfoques y de la psicoterapia cognitiva-constructivista.
EL ENFOQUE ESTRUCTURAL:
SALVADOR MINUCHIN
(San Salvador, Entre Ríos, Argentina – EE.UU)
Creada por Salvador Minuchin, psiquiatra argentino radicado en Estados Unidos, fue director de uno de los primeros centros de terapia familiar," la Philadelphia Child Guidance Clinic", donde también trabajó con JAY HALEY, BRAULIO MONTALVO, JORGE COLAPINTO y HARRY APONTE.
En supervisión, Braulio Montalvo y Jay Hailey establecieron las reglas de “supervisión en
vivo”, donde el supervisor observa la sesión a través del espejo unidireccional, y hace
sugerencias al terapeuta por medio de un teléfono en consulta inmediata; tanto el supervisor como el terapeuta pueden iniciar la consulta durante la sesión.
Esto resultó ser una modalidad nueva dentro de los modelos psicoterapéuticos.
Salvador Minuchin describe así su corriente:
“El abordaje estructural considera la familia como un organismo: un sistema complejo que funciona mal. El terapeuta socava la homeostasis existente, produce crisis que empujan al sistema a elaborar una organización mejor para su funcionamiento (….). La Terapia Estructural de Familia comparte el interés que el existencialista pone en el crecimiento, y el que pone en la cura el partidario del enfoque estratégico.”
Existen tres estrategias principales en la Terapia Estructural de Familia, que son: - El cuestionamiento del síntoma, - El cuestionamiento de la estructura de la familia, - El cuestionamiento de la realidad.
Cada una de ellas dispone de un grupo de técnicas.
Como experiencia de crecimiento y enriquecimiento profesional y personal, destaco los
workshop, jornadas y seminarios intensivos que he realizado con el Lic. Harry Aponte, (Filadelfia-USA) sobre “La persona del Terapéuta”, en las sedes del C.E.R.F. (Centro de Estudios para las Relaciones Familiares) y AR.CO (Artesanos de la Familia) en los años 1991/93/94/ y 1998. Y, además de verlo varias veces en Congresos de Terapia Familiar, mi participación en el workshop dictado por el Dr. Salvador MINUCHIN (Filadelfia-USA): “Un modelo de cuatro pasos para la evaluación e intervención con parejas y familias”, en la Fundación Gregory Bateson “The Minuchin Center for Family”.
UN SEGUNDO MOMENTO DE LA TERAPIA SISTÉMICA: LA ARTICULACIÓN INDIVIDUO-SISTEMA.
LAS ESCUELAS ITALIANAS DE ROMA Y MILÁN
LA ESCUELA DE ROMA
Una segunda generación de terapeutas familiares, está representada básicamente por la “ESCUELA DE ROMA”, dirigida por Maurizio Andolfi.
Es interesante destacar la evolución ideológica que se va produciendo, ya que articulan al individuo con el sistema, apuntan al cuestionamiento de cada miembro de la familia, y su compromiso con cada momento vital.
Se destaca la función que le adscribe la familia al terapeuta. Jerarquizan la presencia del equipo terapéutico detrás de la cámara de Gesell para intervenir en el proceso terapéutico, en la elaboración de hipótesis diagnósticas y estrategias terapéuticas tendientes al cambio.
Comparten los criterios comunes de todas las terapias sistémicas, de no división entre etapa diagnóstica, sino la visión del tratamiento como un proceso. Se basan en tratamientos breves, muy movilizadores, con el propósito de que el sistema recupere con rapidez sus recursos autónomos.
Andolfi y sus colaboradores recibieron en un primer momento la influencia del estructuralismo de Minuchin, luego la enseñanza de Carl Whitaker. Trabajan básicamente con familias rígidas utilizando técnicas de provocación del sistema, redefinición, y técnicas paradojales inspiradas en la escuela estratégica.
En mi experiencia, esta escuela, que toma aspectos fundamentales de los otros enfoques, agregando valiosos aportes propios, y utilizando una gran gama de recursos teóricos y técnicos adaptándolos a la necesidad de cada sistema e individuo, es especialmente muy efectiva en nuestro contexto, debido a la idiosincrasia de nuestra población, proveniente en gran parte de inmigrantes de los países del sur del Mediterráneo, y por ello, la hace afín a la ideología, costumbres, cultura de las características estructurales de los sistemas-individuos consultantes.
LA ESCUELA DE MILÁN
La escuela estratégica tiene en Italia una representante que introdujo varios aportes propios: Mara Selvini Palazzoli, directora de la “Nueva Escuela para el Estudio de la Familia” de Milán.
Ella articula sistema-individuo. Dice: “poco a poco hemos tomado conciencia de cómo las hipótesis sobre los individuos son tan importantes como las hipótesis sobre el sistema de relaciones, del cual nos hacíamos la ilusión de referirnos exclusivamente (…..) Una terapia no puede proceder sin modelos capaces de integrar los distintos niveles sistémicos: biológicos, individuales, familiares y sociales”.
Propone recurrir al concepto de juego, puesto que en él se integran las movidas individuales y las reglas generales del juego.
Esta metáfora del juego, con la revalorización de las movidas individuales, no debe confundirse, según nos explica Mara Selvini, con un revival de lo intrapsíquico y el abandono de una epistemología sistémica. Es justamente lo contrario, antes sólo se sustentaban como sistémicas aquellas hipótesis que ponían el síntoma del paciente designado en relación con el único nivel: el microsocial familiar. Ahora se considera que el individuo tiene una finalidad propia que es indisolublemente interdependiente con el
juego que actúa a nivel familiar y a niveles sociales superiores.
De esta manera, cada nivel mantiene una autonomía parcial: la genética, la fisiología del cuerpo humano, la identidad individual, la familia, el sistema social, etc.
Me parece importante destacar una frase de Selvini Palazzoli: “Desde nuestro punto de vista, es verdad que tanto un individuo hace cierto juego porque tiene ciertas motivaciones, como que tiene ciertas motivaciones porque participa de un determinado partido que le permite solamente determinadas movidas”.
EL CONSTRUCTIVISMO
“No son las cosas en sí lo que nos preocupa, sino las opiniones que tenemos sobre las cosas”
¿Qué diferencia hay entre un optimista y un pesimista? Tenemos la botella de vino por la mitad: el optimista dice que está medio llena, el pesimista que está medio vacía.
Una misma realidad de primer orden (una botella conteniendo vino por la mitad), pero dos realidades de segundo orden bastante diferentes, a tal punto que suponen dos mundos diversos.
Dice Paul Watzlawick:
“Desde éste punto de vista, se puede decir que toda terapia consiste en operar cambios en aquellas modalidades por cuyo medio las personas han construido su realidad de segundo orden, realidad respecto de la cual están totalmente convencidos de que es la única verdadera”.
¿Qué es la realidad?
¿Quién define qué es la realidad?
¿Cómo se inventa una nueva realidad?
Uno de los primeros trabajos en este sentido fue “La construcción de lo real en el niño”, de Jean Piaget.
Cada persona mira el mundo desde su propia realidad. Tenemos nuestra propia ventana, construída a partir de los modelos recibidos, mensajes implícitos y explícitos, valores, ideologías, normas, etc.
El contexto terapéutico es un lugar de redefiniciones, de re-encuadres, de influenciar sobre nuestros clientes con el lenguaje, para crear nuevas realidades, para verse y ver la realidad desde otras ventanas, ampliar posibilidades y recursos.
Como terapeutas podemos tener la mejor intención, teoría y técnica para ayudar a nuestros pacientes, pero la reconstrucción de la realidad que ayudará al paciente será, en primer lugar, la actitud de “escuchar y ver” muy atentamente lo que el paciente nos dice y nos muestra.
Luego utilizaremos su mismo leguaje. Sólo así se sentirá comprendido. Entraremos en su realidad, más útil que la que traía.
Por ejemplo, una señora se ve a sí misma como una madre devota que hará cualquier sacrificio para ayudar a su hijo. Se sentirá comprendida y se abrirá al nuevo vínculo con un terapeuta que le formule un pedido desde su mismo lenguaje, como ser: “Señora, le vamos a requerir que haga algo por su hijo que le va a significar un sacrificio supremo, pero sabemos que usted lo hará…” Quizá se le pida algo que modifique sus esquemas habitualmente y la lleve a un cambio, pero se hará desde una posición de empatía, venciendo las resistencias a lo nuevo.
Habitualmente no se utiliza el lenguaje de la interpretación ni de la explicación (se hace en casos de sistemas o individuos muy flexibles y abiertos que modifican con prescripciones de tipo directa). Esta forma se considera propia de la causalidad lineal, no prestándose para la descripción de fenómenos sistémicos como las relaciones humanas.
Utilizando el lenguaje del paciente, se motiva a alguien para que emprenda una acción: a un padre alejado emocionalmente de su hijo se le indica que realice un proyecto con él y emprendan una tarea conjunta por pequeña que sea, por ejemplo, salir de pesca. En
su realidad, no veía razón en cumplirla, por medio de la misma acción de llevarla a cabo, experimentará algo que ninguna interpretación o explicación habría podido inducir a experimentar. En este tipo de terapias es muy importante y complementario el uso de dramatizaciones y de diferentes ejercicios corporales donde se experimenta con todos los sentidos, no sólo en el plano intelectual.
Aprender a utilizar el lenguaje del cuerpo amplía nuestras experiencias.
Sólo si el terapeuta se adapta a la “imagen del mundo” del paciente logrará una comunicación interpersonal, no cuestionadora de valores, en una actitud de aceptación, clima necesario para la redefinición de su realidad, para la incorporación de nuevas realidades, venciendo resistencias estériles.
CONSIDERACIONES FINALES
El presente trabajo es un primer acercamiento a los diversos enfoques dentro de la Terapia Sistémica.
He realizado muchos cursos, seminarios, entrenamientos y una práctica clínica constante, desde los años 80. Los programas de formación de post grado que he venido dictando durante años, comprenden 3 niveles, de un año cada uno, con entrenamiento teórico-vivencial en el centro que yo dirigí entre 1986 al 2015: CE.A.P (Centro de Atención Psicológica y Estudios Sistémicos) Años 1986-2015.
También he dictado cursos de menor duración adaptados a los requerimientos de las diferentes instituciones por la que he pasado. Considero importante que el lector interesado en la formación acceda una mayor profundización de la Teoría y Técnicas en Terapia Sistémica-comunicacional.
Para finalizar el presente trabajo, trascribiré la contratapa y una de las tantas reflexiones de Virginia Satir, que no sólo comparto, además realizo en mi práctica profesional, en especial en las terapias grupales. Como he explicado, mi “encuentro” con los pacientes me acerca más a la psicoterapia humanística y la formación en psicodrama y técnicas guestálticas, forman una síntesis, de mi “ser terapeuta”.
“Al finalizar sus talleres de terapia para grupos, particularmente los que llevaba a cabo por las tardes, Virginia Satir acostumbraba dedicar un tiempo a lo que llamaba “meditaciones” o “procesos”, en los que pedía a su audiencia cerrar los ojos, ponerse cómodo y relajarse. Durante esos períodos, que no llegaban al trance hipnótico, Virginia hablaba en voz baja aunque firme de todo lo esencial para explicar su modelo de desarrollo personal. No somos dioses. Las cosas no se crean, se encuentran. Y puesto que es difícil hallar perfección en el contexto humano, haciendo uso de nuestra libertad debemos aprender a descubrir las mejores opciones que la vida nos ofrece y evitar lo que no podemos controlar. Esta apertura significa cambio y el cambio, a su vez, un proceso continuo de armonía y crecimiento individual.
El gran valor de las meditaciones (…..) es que Virginia Satir explora lo que llamó “recursos” - las herramientas de que estamos dotados para sortear obstáculos y crecer- y propone soluciones trasformadoras para lidiar con las grandes lagunas que tenemos en el conocimiento de nosotros mismos y nuestra conducta: falta de autonomía para actuar y sentir positivamente, reticencia para introducir cambios beneficiosos, incapacidad para comunicarnos, incongruencia entre lo que decimos y hacemos, deshonestidad en la búsqueda de mejores rutas de superación.”
Virginia Satir, “Vivir para crecer: un viaje maravilloso al mundo de tus posibilidades”.
Por distintos caminos de desarrollo personal y profesional, siento una total congruencia con lo expresado por Virginia Satir, y lo desarrollaré en los escritos que dedicaré a la terapia grupal.
Nuestro Templo
Ama profundamente
A esa hermosa esencia de ti
Que vive en el templo que llamamos cuerpo.
Somos revelaciones de la vida,
Y se nos ha dado el maravilloso regalo
De un espíritu interior.
Virginia Satir, Vivir para Crecer.
BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA
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-Entrevista a Harry Aponte, realizada por Carlos Ilya Levin en oportunidad del “Seminario sobre la Persona del Terapeuta”, que H. Aponte realizó en Bs. As. , setiembre de 1997, a la cual tuve el gusto de asistir. Revista Sistemas Familiares, año 14, nro.2, julio de 1998.
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