NOTAS
TEORÍA DE LOS SISTEMAS Y COMUNICACIÓN: PREMISAS BÁSICAS
La TEORÍA DE LOS SISTEMAS Y COMUNICACIÓN, propone cambios de paradigmas porque se basa en las nuevas epistemología de las ciencias, en la complejidad sin aislamiento de variables, ya que el todo es diferente a la suma de las partes, en las nuevas teorías del cambio, de los Sistemas Ecológicos, la Cibernética y la Informática
A.- Del individuo al contexto. De la psicopatología individual a la disfunción del sistema
Un sistema no puede hallar la solución desde su propio interior ya que, “circularmente” vuelve a patrones anteriores que responden a la construcción rígida de una realidad.
La “creatividad del terapeuta” debe introducir “cambio en el sistema” ampliando sus posibilidades. No se trata de extinguir todos los problemas de la vida del paciente, esto es decididamente imposible, sino de la solución focal de los problemas que se van planteando a lo largo de su historia vital o del ciclo vital familiar. He destacado palabras claves, para ir definiendo conceptos básicos de la Teoría de los Sistemas y Comunicación Humana.
Antes introduciré las interrelaciones individuo-contexto y las consecuencias que ésta nueva mirada trae en los conceptos tradicionales sobre salud-enfermedad en el campo de la salud mental.
“ La Terapia Sistémica no es un nuevo método de tratamiento sino un nuevo modo de conceptualizar los problemas humanos. Está basada en una serie de premisas diferentes a la terapia individual intrapsíquica.”
La unidad de análisis no es el individuo aislado, sino el sistema más amplio.
Aun tratándose solo al individuo, son relevantes las interrelaciones entre éste y su contexto circundante.
Pasar del individuo al sistema, implica una modificación sustancial, ya que no se pueden aplicar las mismas categorías diagnósticas que se aplicaban a la terapia individual. Allí el énfasis está puesto en el análisis intrapsíquico y las fantasías inconscientes. Aquí está puesto en la interrelación de ese individuo con el medio, en la jerarquización del contexto y sus reglas, en su mecanismo de feed-back o retroalimentación, de tal manera que individuo-contexto inciden uno en el otro: el contexto afecta los procesos internos, y las modificaciones en el contexto producen cambios en el individuo, que a su vez producen cambios respecto al medio.
Esto puede parecer obvio, pero no obstante, las técnicas tradicionales en salud mental ponían el énfasis sólo en el individuo, y aunque en principio aceptara que esa frontera individuo-contexto era artificial, en la práctica fue mantenida, a tal punto que se consideró al individuo como asiento de la patología. De allí que en psiquiatría tradicional y en los modelos intrapsíquicos se habla de “cuadros psicopatológicos” individuales como la esquizofrenia, fobias, neurosis obsesiva, etc.
Esto puede parecer obvio, pero no obstante, las técnicas tradicionales en salud mental ponían el énfasis sólo en el individuo, y aunque en principio aceptara que esa frontera individuo-contexto era artificial, en la práctica fue mantenida, a tal punto que se consideró al individuo como asiento de la patología. De allí que en psiquiatría tradicional y en los modelos intrapsíquicos se habla de “cuadros psicopatológicos” individuales como la esquizofrenia, fobias, neurosis obsesiva, etc.
Si el énfasis está puesto en la interrelación individuo-contexto, no se puede hablar en términos de patología individual sino de “disfunción”.
Una relación puede no funcionar bien, en cuyo caso podrán realizar una consulta a un terapeuta. El no poner un rótulo de enfermo a alguien, pensando en términos de sanos versus enfermos, es una concepción diferente en el campo de la salud mental, donde la patología no está depositada en un miembro de la familia (chivo expiatorio) sino en la particular disfunción que atraviesa esa familia y/o individuo en algún momento de su ciclo vital.
La interrelación, las reglas de asociación de esa familia están perturbadas y ello afecta la posición interna de los miembros, pudiendo aparecer un emergente, el portador del síntoma, al que nosotros llamamos “paciente identificado” por la familia como el portador del problema, ya que es el que mejor muestra, por medio de su síntoma, las contradicciones y dificultades del sistema familiar y social.
Dice Salvador Minuchin: “Al terapeuta que trabaja con el marco de referencia de la terapia estructural de familia lo podemos comparar con un técnico con lentes graduables. Puede acercarse cuando desea estudiar el campo intrapsíquico, pero también puede observar un foco más amplio”.
Este es, para mi, uno de los mayores aportes: es necesario y clarificador el análisis de lo intrapsíquicos, pero no lo suficiente. El entender las múltiples interrelaciones de ese individuo, sobre todo con su contexto inmediato: la familia, el trabajo, la escuela, etc., permite ampliar la mirada: dejamos de ver una parte para ver el todo.”
En este momento, pensar en un individuo aislado del contexto parece ser una historia del pasado: con el avance de las ciencias de la comunicación, la cibernética y la informática, se ha jerarquizado la importancia del contexto en relación al individuo. En la definición de salud mental de la OMS se integran los aspectos BIO-PSICO-SOCIALES, y ello nos da cuenta de una visión menos monádica del individuo hacia una más integrativa, como lo muestra el avance de las posturas holísticas en el campo de la salud.
B._ Definición de Sistema: De la parte al todo- De la causalidad lineal a la circularidad cibernética.
“Todas las partes de un organismo forman un círculo. Por lo tanto, cada una de las partes es tanto comienzo como fin” - Hipócrates-
Desde ésta perspectiva tomamos al “todo organizado”, por ejemplo, la familia o la institución escuela y las interrelaciones entre las partes, no las partes aisladas.
Partimos por definir “qué es un Sistema?”. Voy a volver viejo ejemplo, pero tan claro, del elástico, la pesa y el cielorraso: éstos son tres elementos.
Ato el elástico al cielorraso y en el extremo inferior del elástico pongo la pesa: estos tres son elementos relacionados. Constituyen un “sistema”.
Desde la epistemología lineal: si la pesa es pesada (causa), el elástico se estirará (efecto). A es la causa y B es su efecto.
Desde la epistemología sistémica digo que estos tres elementos relacionados constituyen un sistema relacional que supera y articula entre sí los diversos componentes individuales: el resultado dependerá del peso de la pesa, también de la fortaleza del cielorraso y de la elasticidad del elástico. La modificación de un elemento también trae aparejada la modificación en el resto. Emerge una cualidad distinta a la suma de las partes separadas: “la relación entre” estos elementos me dará un resultado distinto a los elementos separados. El mundo es una interrelación, por ejemplo, la naturaleza, un reloj: tenemos números, líneas pequeñas y más grandes, sólo la relación entre esos elementos nos dará la hora.
El tipo de CAUSALIDAD ES CIRCULAR y no lineal: A es causa, efecto y retroalimentación de B que es a su vez causa, efecto y retroalimentación de A. Veamos su aplicación a la comunicación humana: si el marido se retrae porque la mujer lo critica porque él se retrae, no es solamente uno la causa y el otro su efecto sino que la conducta de uno retroalimenta la conducta del otro, en un circuito circular que mantiene el sistema. Véase la utilidad del empleo de éste modelo especialmente en las terapias de pareja y de familia.
Decimos entonces, que “un sistema es un todo organizado”: es un conjunto de elementos y sus atributos particulares relacionados entre sí cuya cualidad emergente es diferente a las propiedades particulares de los elementos aislados: el todo es más que la suma de las partes.
Los “objetos son los componentes o partes del sistema (agujas de un reloj, líneas pequeñas y grandes, números del 0 al 12), los “atributos” son las propiedades de los objetos (agujas más grandes, más pequeñas, líneas más oscuras o más claras, etc.) y las “relaciones entre” mantienen unido al sistema: sistema reloj cuya “cualidad emergente” es proporcionarnos la hora.
Desde esta óptica, todo organismo es un sistema: un orden dinámico de partes y procesos entre los que se ejercen interacciones recíprocas.
C._ Límites del sistema- Relaciones simétricas y complementarias.
La oficina, la escuela, el estado, la célula, etc., son todos “sistemas abiertos”, o sea que intercambian materiales, energía, información con el ambiente.
La delimitación sistema-medio es arbitraria y a elección del observador. Depende del sistema que deseamos estudiar y de ello depende, por lo tanto, lo que definimos como medio. Es decir: los límites pueden ser “intra-sistémicos”, dentro del sistema: entre los diferentes “sub-sistemas” que lo componen.
Si tomamos la familia como sistema, el sub-sistema parental tendría un límite con respecto al sub-sistema filial (formado por los hijos): los cuales, a su vez, forman entre sí el subsistema fraterno y los padres, como esposos, forman el sub-sistema conyugal.
Los límites pueden ser: Rígidos, flexibles, difusos. Un padre autoritario define límites rígidos frente a sus hijos, o una maestra que “deja hacer” define límites difusos frente a sus alumnos.
Simbólicamente se designan así:
___________________ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ . . . . . . . . . . . . . . .
Límite rígido Límite flexible Límite difuso
A su vez, todo sistema posee límites “inter-sistémicos”: entre ese sistema y otros sistemas sociales, cuyas características también podrán ser rígidas, flexibles o difusas.
Las relaciones pueden ser simétricas: definidas por igual estatus o poder; o complementarias: definidas por un estatus desigual, con una organización jerárquica donde una de las partes tiene más poder que la otra.
Las relaciones simétricas, por ejemplo: dos socios, o complementarias, por ejemplo: maestra-alumno, no son de por sí patológicas.
El grado de patología está dado por la rigidez. Así, las relaciones simétricas van hacia una patología cuando se producen “escaladas de poder” como la guerra armamentista que lleva a la destrucción del sistema.
A su vez, las relaciones complementarias también, al rigidizarse, se tornan patológicas, como por ejemplo, los regímenes totalitarios o las familias violentas.
D._ De la tendencia al mantenimiento del status quo a la tendencia al cambio.
La familia es un sistema en transformación constante: se va modificando y adaptando a las diferentes exigencias de los diversos estadios de desarrollo por los que atraviesa a lo largo de su “ciclo vital”: pareja sola, familia con un hijo, entrada a la escolaridad de los hijos, pubertad, juventud, salida de los hijos, etapa de la vuelta a la pareja sola. (de acuerdo a los cambios adaptativos y sociales, ésta descripción del Ciclo Vital familiar, resulta obsoleta, aplicable solamente a una parte de la población, ya que tiene visos sexistas y no responde a los contratos, implícitos y/o explícitos , de la pareja en la actualidad). Serían las “crisis evolutivas”.
También va adaptándose y cambiando según las diferentes “crisis accidentales” que se presentan, como: mudanzas, muerte de alguno de los miembros, cambios laborales o económicos, cambios sociales, etc.
La familia asegura así la continuidad y el crecimiento psicosocial de sus miembros.
Éste proceso doble, de continuidad y crecimiento, permite que la familia se desarrolle como un todo, un conjunto, y a su vez, permite que sus miembros crezcan y se diferencien.
En toda familia existe un equilibrio dinámico entre la tendencia al mantenimiento del status quo y la tendencia al cambio.
La familia es la matriz de identidad: confiere a sus miembros modelos, patrones de conducta, valores, etc. Proporciona un sentido de pertenencia, y, a su vez, permite la expresión del sí mismo individual en un “doble movimiento de cohesión y diferenciación”. Así, Juan Pérez pertenece a los Pérez pero es Juan, con sus características individuales.
La familia se modifica, se adapta con el paso del tiempo, según las necesidades individuales, del grupo, de la sociedad. No son las mismas reglas las de una familia con hijos pequeños a aquella con hijos adultos, las reglas de independencia respecto a los hijos varían.
La posibilidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes propias y del medio hacen a la funcionalidad y flexibilidad del grupo familiar.
Cuando las familias no producen esta evolución y las reglas de asociación que gobiernan al sistema familiar impiden la autonomía e individuación de sus miembros, o no se adaptan a las circunstancias cambiantes del medio, o, a las diferentes crisis evolutivas y/o accidentales, se produce algo así como una cristalización, un no cambio, una detención. No pueden reorganizarse, flexibilizarse para adaptarse a las nuevas demandas propias de las crisis por las que atraviesa, o las modificaciones socio-culturales de su medio. Entonces las familias son disfuncionales, sus reglas de asociación son rígidas, inamovibles.
Muchas veces, los síntomas de un individuo surgen como respuesta a éste sistema disfuncional: el cambio se percibe como traumático para todo el grupo familiar, se desvía la atención hacia el miembro sintomático, manteniéndose cohesionado el sistema.
Entre ambos polos, que van desde la flexibilidad a la extrema rigidez, se pueden situar familias que están ubicadas en diferentes puntos de esos extremos, familias flexibles, otras medianamente flexibles otras extremadamente rígidas y otras moderadamente rígidas, dentro de un amplio espectro que va de la flexibilidad a la rigidez.
En apretada síntesis: la TEORÍA DE LOS SISTEMAS Y COMUNICACIÓN, propone cambios de paradigmas porque se basa en las nuevas epistemología de las ciencias, en la complejidad sin aislamiento de variables, ya que el todo es diferente a la suma de las partes, en las nuevas teorías del cambio, de los Sistemas Ecológicos, la Cibernética y la Informática, de ahí que propone que todo debe analizarse dentro de un contexto, un corrimiento, en la Salud mental, de la psicopatología individual a la funcionalidad o disfuncionalidad de un sistema familiar, de pareja, grupos etc., según la arbitraria elección que haga para el estudio de un sistema y por lo tanto, eso va a definir su medio. Entonces hablamos de un pasaje de la causalidad lineal a la circularidad cibernética, de relaciones simétricas y complementarias, de adaptaciones del sistema a su contexto socio-cultural, y a las diferentes crisis evolutivas y/o accidentales por las que atraviesa, encontrándose, por lo tanto sistemas más cercanos al polo de la flexibilidad, que hacen a la funcionalidad y otros a la rigidez, ligada a la disfuncionalidad. Un verdadero cambio de paradigma en las ciencias humanas.
BIBLIOGRAFÍA
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- Cappuccio, Lina. Ampliando Contextos: la primera entrevista familiar. Primera Jornada del Equipo de Supervisores del Distrito XIV del Colegio de Psicólogos de la Prov. de Bs.As.
- Cappuccio, Lina. El proceso terapéutico familiar. Artículo de circulación interna del CEAP, (Centro de Atención Psicológica y Estudios Sistémicos. Directora: Lic. Lina Cappuccio).
- Mc. Goldrik y Carter. El Ciclo Vital Familiar.
- Minuchin, Salvador. Familias y Terapia Familiar. Ed. Gedisa. 1989.
- Prigogine, Ilya. Tan sólo una ilusión? Una exploración del caos al orden. (ficha).
- Sluzky, Carlos. La Familia Como Sistema. (ficha)
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- Bateson, Gregory. Pasos hacia una ecología de la mente. Ed. Carlos Lohle, Bs. As., 1985.